Hoy la Iglesia Católica celebra la festividad
de San Lorenzo, mártir del siglo III. Cuenta la historia que el
alcalde de Roma, perseguidor de los cristianos, conminó al santo,
entonces diácono del Papa San Sixto II y encargado de administrar los
bienes eclesiásticos, a que tres días después le entregara las riquezas
de la Iglesia. Lorenzo recorrió las calles convocando a cuantas
personas pobres, enfermas y discapacitadas a las que ayudaba pudo
encontrar, y con ellas se presentó ante el alcalde diciéndole que esas
eran las verdaderas riquezas de la Iglesia. Su genial gesto fue
castigado con el martirio: murió quemado en una parrilla.
Esto me sirve para explicarte lo que en coaching entendemos por “reencuadre”: cambiar un punto de vista y captar la situación desde un marco diferente y más conveniente. Así, lo que aparentemente es adverso puede convertirse en algo positivo.
El reencuadre surge cada vez que alguien da su opinión y dices algo así como “¡qué interesante! No lo había pensado de esa manera”… Abres posibilidades, dado que al captar la situación desde un nuevo observador eres capaz de expandir tu mapa mental en busca de nuevas salidas más acordes con tus objetivos.
Un truco para reencuadrar en positivo: cuando te suceda algo aparentemente negativo di “¡afortunadamente!”, y luego busca el lado bueno. La semana pasada me quedé sin batería en el coche y un buen amigo acudió a mi llamada para recargarla. Afortunadamente, pues luego pasamos una noche estupenda charlando.
San Lorenzo usó la amenaza del alcalde para dar testimonio sobre lo que es precioso para un cristiano, frente a la idea de riqueza que tenía su enemigo, reencuadrando así la escala de valores.
Esto me sirve para explicarte lo que en coaching entendemos por “reencuadre”: cambiar un punto de vista y captar la situación desde un marco diferente y más conveniente. Así, lo que aparentemente es adverso puede convertirse en algo positivo.
El reencuadre surge cada vez que alguien da su opinión y dices algo así como “¡qué interesante! No lo había pensado de esa manera”… Abres posibilidades, dado que al captar la situación desde un nuevo observador eres capaz de expandir tu mapa mental en busca de nuevas salidas más acordes con tus objetivos.
Un truco para reencuadrar en positivo: cuando te suceda algo aparentemente negativo di “¡afortunadamente!”, y luego busca el lado bueno. La semana pasada me quedé sin batería en el coche y un buen amigo acudió a mi llamada para recargarla. Afortunadamente, pues luego pasamos una noche estupenda charlando.
San Lorenzo usó la amenaza del alcalde para dar testimonio sobre lo que es precioso para un cristiano, frente a la idea de riqueza que tenía su enemigo, reencuadrando así la escala de valores.
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